Estábamos los dos acostados en una cama individual, su erección rosaba mi pantalón frotándome suavemente. Lo miro fijo durante un segundo, me mira y me dice: si no estuvieramos en mi casa, primita, no dejaria que me calientes tanto, ya estariamos cojiendo. Me doy vuelta y quedan mis muslos contra su entrepierna. Aparece mi madre y nos dice: "chicos, van a comer asado?" Si ma, Si Tía.Y se retira sin decir nada mas. Vuelvo a apretarme contra mi "primo" y sonrió.
Me despierto. Jamás en mi vida vi a la persona que en mi sueño era mi primo.